preparación fisica para el camino

¿Necesito preparación física para el Camino de Santiago?

La preparación física para el Camino de Santiago es un tema recurrente y muy delicado. Estoy cansado de leer en las mayorías de las páginas que se autodenominan expertos del Camino o Agencias número uno, que NO ES NECESARIO. Ahora veo que lo que realmente necesitan TODOS ellos es vivir en realidad el Camino, realmente aclaro, no detrás de un ordenador.


Preparación física para el Camino es diferente a condición física.

Aclaremos algo, la preparación mejora la condición física. A mejor condición física, adecuada a la actividad que vas a hacer, mejor resultado tendrás.

Para saber si tu condición física es la adecuada, te aseguro que caminando unos 5 kilómetros diarios por 30 días la conseguirás. ¿Te parece mucho? En el Camino el promedio está en unos 22 kilómetros por día, algunos días más, otros más y cuando te des cuenta de que tú tienes el control, de seguro que serán menos.

 

Tener el control de tu preparación física durante el Camino

Si vienes desde otro continente con diferentes usos horarios quiero aconsejarte que te tomes muy en serio este tema, estas colocando tu cuerpo en un entorno diferente. El clima, el horario y la alimentación son variables que afectan tu condición física y debes trabajar en el Camino para poder mejorarla.

Si vienes por una ruta de las comerciales de 100 kilómetros, te tengo una mala noticia. Tu cuerpo comenzará a equilibrarse cuando llegues a Santiago de Compostela. Tu preparación y tu condición física debe ser mejor, del peregrino que comenzó a caminar quinientos (500) o más kilómetros detrás.


Menos distancia por recorrer, mayor preparación física para el Camino.

Vivo en Santiago de Compostela y la mayoría de los días que estoy en la ciudad, voy a la Plaza del Obradoiro, punto de llegada de todos los Caminos de Santiago.

En los últimos años si algo es una constante son los peregrinos que llegan con dolores y casi sin poder caminar con fluidez. Todos estos en su mayoría vienen de menos de ciento cincuenta (150) kilómetros de recorrido.

NO QUIERO DESANIMARTE, quiero que vengas, te prepares y disfrutes tu camino.

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La preparación física para el Camino no es solamente en tu cuerpo.

Imagina que vienes con buena condición física, pero tu mente va en otro sentido, no quieres desconectar de tu rutina y la sobre carga va a descargar en un solo lugar. Sí va a tierra. Va a tierra por tus piernas y esa presión es de las que más daño hace a tu caminar.

Mucho escucharás que el Camino de Santiago es más mente que cuerpo. Y lo certifico. He caminado con deportistas, triatletas, maratonistas, militares y al final todos los que llegan, te aseguran que el Camino es más difícil, digo los que llegan, porque muchos no lo hacen. Pero no es lo físico lo que limita su llegada o el finalizar su Camino. Es el no poder conseguir ese equilibrio entre mente y cuerpo lo que a muchos para.


Preparación física fuera de la zona de confort

Llegamos a la clave que te va a ayudar según mi experiencia, a mejorar tu peregrinación a Compostela.

      • Planifica tu Camino para poder generar seguridad antes de salir de tu casa.
      • Deja todo en orden en tu trabajo, no te lleves el trabajo al Camino esa primera vez.
      • Desconéctate lo más que puedas de tu rutina diaria, es momento de hacer todo diferente y así forzarte a ver de lo que eres capaz.
      • Ve de menos kilómetros a más, no al revés. Ve preparando tu cuerpo poco a poco a esa nueva rutina.
      • Controla tu alimentación, hidrátate mucho y descansa.

Si haces todo lo que te comento, créeme que tendrás tú el control y no te controlará el miedo a lo desconocido. Ese miedo ahora lo negarás, me dirás que estoy loco… como diría mi abuela… ya te contaré un cuento.


Me permito darte una recomendación final basada en experiencias reales

No es malo vivir el peregrinar a Compostela con tu mochila y durmiendo en albergues. Me atrevo decir que no es malo, solo es mejor. Tener la libertad de ser el dueño de tu tiempo y el poder elegir qué hacer, te saca más de la rutina. Y personalmente eso es lo que cientos de peregrinos que he conocido en ruta y la mayoría de los clientes que he asesorado suelen comentarme.

Tener la libertad de ser el dueño de tu tiempo y el poder elegir qué hacer te saca más de la rutina.




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